Cash management
El cash management son un conjunto de medidas estratégicas que se aplican sobre los flujos monetarios de una empresa.
Las funciones principales del cash management son la gestión de cobros y pagos por la actividad de la empresa, la obtención de capital externo a través de nuevos inversores o entidades financieras, la gestión de la liquidez y el control del endeudamiento.
Su importancia es vital, ya que de ello depende el grado de liquidez que tiene la empresa para afrontar sus deudas. El resto de efectivo puede utilizarse en inversiones de nuevos recursos financieros, reduciendo así de paso el riesgo financiero de la propia empresa.
Si la empresa tiene sus cuentas equilibradas, será mucha más fácil negociar con las entidades financieras a la hora de buscar financiación.
Destacamos también las siguientes características:
- Análisis de los flujos de capital.
- Análisis de los medios de cobro y pago.
- Administración de la tesorería.
- Análisis y seguimiento del mercado financiero.
- Planificación y control de la liquidez de la empresa.
- Optimización de los resultados financieros provenientes de la tesorería.
La aplicación del cash management no es homogénea, ya que el sector en el que opera la empresa y el tamaño de la misma son relevantes a la hora de marcar una estrategia.
El control que se realiza de la tesorería de una empresa depende de las propias características de la organización, de su nivel de actividad y del tipo de actividad que realice.
Una buena estrategia logrará la optimización del “float”, el decir, que la empresa contará con el efectivo necesario en el momento de vencimiento de una deuda. Al retraso existente entre la fecha de cobro y la fecha de abono se le denomina “float financiero”, e incorpora los retrasos que son consecuencia del proceso del ingreso bancario. El número de días que incorpora el float total de una serie de operaciones puede llegar a ser muy elevado y tenemos el deber de trabajar en su optimización para obtener los mayores ahorros posibles.
El estado de flujos de efectivo es una gran herramienta gestión de la tesorería y del control de la liquidez inmediata.
Para elaborar el estado de flujos de efectivo se debe disponer de los importes brutos de orígenes y aplicaciones de fondos, de las actividades más importantes de inversión (compra y venta de inmovilizado o de inversiones financieras a largo plazo) y de financiación (concesión, devolución de endeudamiento).
Los importes netos que obtenemos en la hoja de trabajo son consecuencia de la simple diferencia de saldos. Sin embargo, contablemente se producen variaciones en diferentes cuentas, por lo que el saldo no permite conocer el movimiento de fondos que se han producido en realidad.
Al objeto de que se pongan de manifiesto los verdaderos orígenes y las verdaderas aplicaciones de fondos que han tenido lugar, será necesario desagregar esa información y eliminar aquellas partidas que impidan poner de manifiesto el verdadero origen y aplicación de fondos.